Lleno absoluto el producido por el comienzo de la nueva temporada de Conciertos de la Fundación Juan March, a manos del enérgico y cuidadoso pianista canario, Iván Martín y su conjunto, el Ensemble Galdós. Los dos maravillosos compositores elegidos fueron Wolfgang Amadeus Mozart y Johann Sebastian Bach, quienes a través de sus Conciertos para piano (clave) y orquesta, interpretados por los jóvenes músicos a modo de orquesta de cámara, hicieron las delicias de los allí presentes.
Iván Martín se desenvuelve con soltura ante la interminable
creatividad del kantor de Leipzig y
su obra BWV 1055, en sus tiempos Allegro,
Larghetto y Allegro ma non tanto. Usa comedidamente el pedal y su teclado
parece quedársele corto, en una continua acentuación de notas que llenan el
espíritu y suscitan una sonrisa de disfrute. La reflexión se hace patente en
los movimientos intermedios, tanto en sus Larghettos, como en sus Andantes o
Adagios.
Presten especial atención al Largo, del Concierto para clave (piano) y orquesta, BWV 1056, que resulta ser una
muestra de la mente creadora del maestro Bach, uno de los padres de lo de que
hoy denominamos como Música Barroca y que suena sacro en los momentos
trascendentales y vivaldiano en los apresurados. Suele decirse que los ritmos
sincopados del Jazz provienen de Beethoven, aunque yo diría que no, que ya Bach
se anticipó a ellos.
Martín recuerda a David Fray en muchas ocasiones,
desarrollando con calidez cada uno de los matices, manteniendo un tiempo
siempre correcto y acompañado por algunos de los componentes de su ensemble, la
Galdós.
Iván se siente cómodo tanto en Bach como en Mozart y aunque
destaca las delicias del primero, es un intérprete sumamente musical,
cercano al segundo. Si el pianista Alfred Brendel define lo humorístico de Haydn
en la Música, Mozart será su continuador inmediato. En su versión del Concierto para piano y orquesta KV 107/1,
Martín se centra en el precioso Andante para recordarnos la galantería clásica
en el Tempo di menuetto.
La temporada de la Fundación March, se plantea muy
interesante y variada. Un ciclo de Músicas que nos ayudarán a meditar dará paso
a otro de Beethoven y Schubert al fortepiano, con figuras de la talla de
Andreas Staier, Bart von Oort, Kristian Bezuidenhout y Arthur Schoonderwoerd.
La Música en las monarquías del Antiguo Régimen, nos llevará por las cortes del
emperador Carlos V y del melómano Enrique VIII y el Jazz hará su incursión con
un destacable Jerry González Trío. Pascal Rogé se acercará a Debussy y Ligeti, Messiaen y Scriabin serán
bienvenidos gracias a jóvenes intrépidos del teclado. Los más plausible y elemento
motor para un futuro algo más humanista, vendrá de la mano de dos ciclos:
Conciertos en familia y eventos didácticos.