El
innovador y sorprendente flautista Emmanuel Pahud hizo su escala en Madrid,
dentro del ciclo de conciertos de Juventudes Musicales, acompañado por la
renombrada Orquesta de Cámara Franz Liszt, de Budapest. El motivo de tan
seductora unión sería el poder plasmar las diferentes composiciones de la
familia Bach, capitaneada por el magnánimo Johann Sebastian, el kantor de Leipzig. Así pudimos escuchar:
tres fugas de El Arte de la Fuga, el Concierto de Brandemburgo número 3 y la Suite orquestal número 2, de Johann
Sebastian Bach, el Concierto para flauta
y orquesta en re menor y la Sinfonía para
cuerdas en si bemol mayor, de Carl Phillip Emmanuel Bach y la denominada Sinfonía Disonante, de Wilhelm Friedmann
Bach.
Pahud es un todoterreno de la flauta travesera. Para esta
ocasión, tanto los músicos húngaros como el solista suizo, experto en los
repertorios clásicos y barrocos, se reunieron. Recuerdo con especial cariño su
Integral de Sonatas para flauta y clave, secundado por el experto Trevor
Pinnock, registradas en un sobresaliente CD.
Es un maestro capaz de dotar de movimiento y dinámicas a la
más sobria de las partituras. Ya en Basilea, demostraba Pahud una pasión
creciente hacia la música de la familia Bach, Trevor Pinnock le ayudó en
Postdam con la Kammerakademie y sus compañeros de la Filarmónica de Berlín, de
la que es nada menos que el flautista principal, crearon un conjunto denominado
los Berliner Barock Solisten, para seguir demostrando que a Pahud le apasiona
el Barroco.
Con Giovanni Antonini se aproximó a la era revolucionaria
napoleónica y junto al añorado Claudio Abbado logró hacer de sus lecturas mozartianas unas referencias absolutas. Se atreve con casi todos los
repertorios, atrayéndole el jazz, la música del mundo y los endiablados
compositores actuales. Podemos escucharle acompañado por una guitarra o una
sola voz, con una gran orquesta o una de cámara. Así es Pahud, acercándose a
veces a Ives, otras a la época de Federico el Grande, algunas a versiones para
su instrumento de motivos operísticos…hasta llegar al propio Ravi Shankar o
demostrarnos que hay muy buenos autores suizos.
Durante su estancia española, Emmanuel Pahud, estuvo también
en Valladolid, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y el
director de orquesta Gustavo Gimeno e
interpretando el dificultoso Concierto
para flauta y orquesta en sol mayor, K 313, de Mozart.