martes, 25 de julio de 2017

Unas considerables Bodas de Fígaro mozartianas en El Escorial



Para ir finalizando el atractivo Festival de Verano, situado en el Teatro Auditorio escurialense, de nuestra sierra madrileña, se contó con un elegante montaje de Las Bodas de Fígaro, del genial Mozart, que ya había cosechado aplausos en el Festival dei 2Mondi, de Spoleto y en el Internacional de Cartagena, de Colombia.

Teniendo en cuenta tan especial evento (22-julio), se contó con un reparto homogéneo, encabezado por un barítono de enormes posibilidades, como es Lucas Meachem (Conde de Almaviva), secundado por una válida soprano como es Carmela Remigio (Condesa de Almaviva), seguida por una tremenda Katerina Tretyakova (Susanna), junto a un Simón Orfila que lo da todo como Fígaro y un Cherubino que estuvo en todo momento simpático, en manos de Clara Mouriz.

Mozart hizo acto de presencia, destacando, en “Se vuol ballare, signor contino”, “Non più andrai” (Fígaro), “Voi che sapete” (Cherubino), “Porgi, amor” (Condesa) y "Venite inginocchiatevi..." (Susanna).

Yi Chen Lin había dirigido la producción castellana de Carmen, en el Teatro de la Zarzuela, junto a María José Montiel, y si entonces supo conectar con la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, aquí, en Mozart, supo sacarle todo su jugo. La orquesta se amoldó a la directora de orquesta oriental y ella a los músicos, en un mismo ideal por hacer buena música juntos.

El montaje resultó algo carente en elementos pero recurrió al estilo clásico de la época, con un variado uso de vestuarios y aproximaciones a lo goyesco, rico en colorido y tendente, en ocasiones, a lo barroco. Un lleno absoluto justificaba tan importante momento operístico, aplaudiendo con efusividad tan equilibrada función.

Si ustedes no han podido asistir a ninguna de las dos funciones de El Escorial, no se preocupen porque la Quincena Musical donostiarra acogerá a Mozart con todo lo visto aquí, el 13 de agosto, en San Sebastián.